Tumbado en el suelo y durmiendo a pierna suelta. Así aseguró un funcionario del Ayuntamiento de Aspe haberse encontrado al intendente jefe de la Policía Local cuando entró a su despacho por la tarde para hacerle una consulta. Y, a juzgar por lo que vio, no se trataba de una simple «cabezadita» en su sillón. Era una siesta en toda regla.
El chascarrillo se extendió rápidamente por el Consistorio, dio lugar a todo tipo de chistes socarrones y fue lo más comentado entre la plantilla municipal durante días. Tal es así que finalmente llegó a oídos de la alcaldesa María José Villa y también de los responsables del SPPLB en el Ayuntamiento.
El sindicato decidió entonces denunciar la siesta policial por registro de entrada al considerar que se trataba de un hecho grave que no debía quedar impune. Entre otros motivos porque el Sindicato de Policías y Bomberos entiende que, con actuaciones de este tipo, el jefe del Cuerpo Local de Seguridad ha podido hacer un mal uso de su jornada extendida por las tardes. Horas que le permiten conseguir días libres como los que está disfrutando desde el viernes pasado, y que han hecho imposible a este diario poder contactar con él para recabar su opinión al respecto.
Pero la siesta no es la única denuncia que el SPPLB ha realizado contra el mando policial. También ha dado cuenta a la Alcaldía y a la Subdelegación del Gobierno en Alicante de que ejerce sus funciones sin vestir el uniforme reglamentario. Algo que hace «sin autorización de la Delegación del Gobierno y de forma habitual durante mucho tiempo, preferentemente por las tardes, mientras ejerce sus responsabilidades como funcionario de la Policía Local del Ayuntamiento utilizando el retén como si fuera su propia casa». Así se indica en el escrito que el secretario provincial del SPPLB, José María Jiménez, ha hecho público para solicitar a la alcaldesa que, como máxima responsable del Cuerpo, incoe un expediente disciplinario contra el mando por la presunta comisión de falta una grave. Y mientras el expediente se tramita, el Sindicato de Policías y Bomberos insta a la socialista María José Villa a suspenderlo en el ejercicio de sus funciones de forma cautelar, designando provisionalmente a un sustituto al frente de la jefatura.
El enfrentamiento que 31 de los 35 efectivos policiales mantienen con el intendente se traducen en los más de 50 expedientes disciplinarios que les ha abierto en un año por hechos que los afectados tachan de incongruentes y absurdos. «Tiene una fijación enfermiza para arremeter contra los agentes, y su menosprecio y animadversión hacia ellos, unido al control inquisidor que ejerce sobre los mismos, ha propiciado una situación de estrés y ansiedad que ha acabado por enfermarlos», advierte José María Jiménez aludiendo al hecho de que una veintena de policías haya causado baja laboral en el último año.
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