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PRENSA

SPPLB defiende al compañero por la actuación con el fallecido de Llíria

02 julio 2019 897 visitas
Angel J. García, como Delegado Comarcal de Camp de Turia, comarca a la que pertenece Llíria, comunica que este Sindicato además de formar, está al lado de los compañeros cuando surgen estos problemas.

El compañero de Llíria además de apoyo, está recibiendo asesoramiento personalizado del SPPLB. Se le ofrece ayuda técnico-pericial y el consejo y experiencia jurídica.

No dejamos a los compañeros en la estacada cuando vienen torcidas.

Pedro Gil, como responsable de formación e Instructor de armas no letales aporta su conocimiento tanto en las diversas acciones formativas así como en las situaciones reales cuando se dan como es el caso.

El colectivo policial debe saberlo, SPPLB está para cuando el Policía lo necesita. Eso es lo que nos diferencia de otros.
Todo nuestro apoyo al compañero de Llíria

Policías defienden que la actuación con el fallecido de Llíria fue para protegerse


Una pareja de policías locales patrulla por una urbanización de Llíria. / lp

El hombre recibió golpes de otro vecino antes de la intervención con una pistola eléctrica y el juez aguarda la autopsia para aclarar si la muerte tiene algún responsable

J. A. MARRAHÍ

Una intervención compleja y en una situación límite. Así fue la actuación policial tras la que un vecino de Llíria de 41 años falleció después de verse envuelto en un enfrentamiento con otro residente de la localidad y recibir disparos de una pistola táser (de descargas eléctricas). Según ha podido saber LAS PROVINCIAS de fuentes próximas a la investigación, los agentes del municipio defienden que actuaron con este sistema como único modo para proteger sus vidas y reducirlo cuando se hallaba en un gran estado de alteración en el que presuntamente no atendía a razones.

En cualquier caso hay una investigación judicial y de la Guardia Civil en marcha. Según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat (TSJCV), el Juzgado de Instrucción 7 de Llíria ha abierto unas diligencias para esclarecer las causas y circunstancias del fallecimiento. La jueza aguarda a la autopsia «para determinar la actuación judicial posterior». En la causa no hay, por el momento, ningún investigado. Ya con el informe forense, el juzgado decidirá si existen responsabilidades penales relacionadas con la muerte y, en su caso, podría inhibirse en favor del juzgado de Instrucción 6, que se encontraba de guardia cuando se produjo la detención de quien luego murió.

El primer aviso en relación al ahora fallecido llegó sobre las 17 horas del pasado martes. Unas chicas que patinaban en el parque de una urbanización aseguraron que el hombre se les aproximo y les dijo «venid conmigo, que no voy a hacer nada». Pero aquí no hubo arrestos.

Sobre las 21.30 horas, nueva alerta en otra urbanización. Un testigo comunicó haber visto a un desconocido en la valla de su chalé cerca de unos niños. Estando allí los agentes, entró otro aviso en el que se comunicaba que una mujer había sorprendido al hombre en otra parcela con un cuchillo en la mano. Cuando llegaron los policías se oyeron gritos: «¡Que lo mata, que lo mata!».

Entonces se encontraron al ahora fallecido en la calle con la cara ensangrentada. Al parecer, era resultado de un enfrentamiento previo con el dueño de ese chalé. Al ver a los agentes aproximarse regresó a la parcela. Uno de ellos apreció cómo atizaba con un objeto metálico en la cabeza a la pareja del propietario. Al mismo tiempo, éste trataba de defender a su compañera pegando al intruso con un palo de fregona.

Cuando abrieron la puerta de la parcela para poner orden, un pitbull se les echó encima. Entonces el sospechoso de la intrusión y también víctima de los golpes salió a la calle con un objeto metálico y se encaró con un agente. Fue entonces cuando decidieron utilizar la pistola táser al entender que su vida corría riesgo por el estado de alteración que presentaba el hombre. Ante un primer disparo, no se calmó y decidieron realizar otro. Aún así y siempre según su versión, hizo ademán de volver a la parcela, por lo que cuatro agentes se echaron encima de él para reducirlo. Al mismo tiempo, el dueño del chalé seguía dándole con un mocho de fregona, lo que todavía complicaba más las cosas.

Al cabo de uno o dos minutos de agresividad, el hombre se calmó y acabó inconsciente. Se pidió una ambulancia urgente, lo reanimaron y lo evacuaron al hospital, pero finalmente murió por causas que deberá aclarar la investigación.